Trazando líneas

martes, 30 de diciembre de 2008
Marina y Melisa son pareja desde hace años. Entonces, relatar los miles de detalle que traen hasta este post resulta imposible. Sin embargo digamos (con toda la parcialidad que me da ser amiga de Marina) que Melina es una persona tirando a desconsiderada, con muy poca voluntad para interesarse por los demás y para formar parte de las cosas que a Marina le interesan. Marina, por su parte, roba la atención permanentemente pero a fuerza de carisma y cariño.

Marina es una de las mejores personas que conozco. Cuidadosa de los detalles, llena de afectos, atenta, capaz de querer incondicionalmente, con toda el alma, con toda su persona. Entonces, lógicamente, suele ser demasiado (a mi criterio) paciente con los arranques de Melisa.

Meli es celosa. Super, hiper, archi, recontra (y así) celosa. No hay humano en las proximidades de Marinet que no le moleste. No hay nada que suceda por fuera de ellas dos que no sea motivo para un desplante. Es así desde el principio de la pareja, no hay novedad en eso, pero alcanza límites insospechados.

Hace unos días me llamó Marina desconsolada. Ella vive sola. Su mamá (que vive a casi 700 km de distancia y que estuvo con serios problemas de salud) estaba de visita durante 4 días por segunda vez en el año. Meli (que siempre pone a su familia delante de la pareja) le plantó tremenda escena de celos. Me quedé muda de bronca al escuchar. Sólo pude decir hasta ahí, Marinet, hay una línea que no puede pasarse.

Yo tuve que aprender a no exasperarme por un ¿quién te escribe? después del pip-pip de sms en el teléfono. Marina tuvo que buscar refuerzos para plantarse y dibujar una línea. Pienso entonces, que entre los dos extremos tiene que estar el punto de equilibrio.

¿Cuál es el límite de tolerancia para con los celos ajenos?

13 comentarios:

Jerry dijo...

Lo primero que se me viene a la mente es "el derecho de uno termina donde empieza el de los demás".
Por ahora lo dejo ahí. Mas adelante opinaré un poco mas ;-)

Minerva dijo...

Melisa es muy insegura y eso es dinamita para cualquier pareja. Parece que en vez de resaltar la luz que irradia Marina, Melisa la opaca. Las personas posesivas no suelen tolerar que su compañer@ tambien pueda ser feliz en compañia de otros o realizando actividades que no incluyan a la pareja.

Minerva dijo...

Hable como si la conociera. Voy a agregar un "no se, me parece, desde mi humilde opinion" jajajjaa

Paula Narywonczyk dijo...

El título da re Drogón!

Por favor, eso no es una pareja!
Es una relación de uno solo q se cree dueño del otro!
Así no va! Hay q ser felices gente, no vivir padeciendo por las inseguridades del otro.
Besos

Minerva dijo...

jajjajajaja mató el comment de Vivi

hormiga dijo...

nunca me gustaron los celos como forma de *demostrar* "cariño".
Los celos son una simple muestra de inseguridad y de falta de actividad mental ( a menos que el otro realmente haya dado motivos para ser celado).

Marina: PEGUELE UNA PATADA AL BALDE! Que no espere a que cambie, a menos que Melisa haga terapia.

Ceci la que tropieza dijo...

TEngo baja tolerancia a los celos, los detesto, pero además ahí no son típicos celos porque se trata de familia, no de otra posible pareja. Es egoismo y querer estar siempre primero, que no es lo mismo. Pobre Marina. Ojalá zafe, no parece una relación que la vaya a hacer feliz.

Jen! dijo...

Creo que mi celositis aguda no me deja opinar... aunque esto me pareció un poco mucho, y para que a mi me parezca mucho...

Anónimo dijo...

Yo muchas veces actuo como Melisa, y la culpa no es del chancho sino de quien le da de comer.
En mi caso hubo un par de sucesos que me molestaron demasiado, que me pone en duda la relacion, no me fue infiel aclaremos, pero cada pareja es un mundo. Asi que me limito a no juzgar, que hace a Melisa actue como lo hace.

Saludos.

Pau Go dijo...

Los celos se justifican cuando el otro nos da razones para dudar. Cómo podemos tener celos de la familia? Es ridículo.
El tema es que no es solo culpa de la celosa. La que se deja celar y se banca los planteos constantemente, tiene tanta culpa como la otra.

Café (con tostadas) dijo...

Hola a todos!

Tarde pero seguro paso a agradecer sus puntos de vista.

No estaba buscando culpables, creo que en las parejas no hay culpas y que las cosas son de a dos (es decir, Pau, esoty de acuerdo!)

La idea no era juzgar ni a una ni a otra. Era, simplemente, entender hasta dónde tiene lógica y dónde se convierte en algo que daña demasiado!

Gracias otra vez!

Jerry dijo...

Entiendo que en estos casos siempre hay (al menos) dos límites: el que al cruzarlo te empieza a molestar, y el que separa lo sopoetable de lo insoportable.
Cruzado el primer límite, hay que ver qué tantos méritos tiene la otra persona como para bancarse la molestia. Cruzado el segundo, la relación se hace insostenible.
Como dijeron mas arriba, la responsabilidad de respetar los límites es compartida.
Melisa, si conoce a Marina, debería saber donde frenar con sus celos. Mas allá de que no pueda evitar sentirlos, al menos debería tratar de comérsela y no demostrarlo, así no hace sentir mal a Marina.
Y si Melisa sola no sabe donde frenar, Marina debería frenarla a Melisa y ponerle los puntos.
Cuándo es momento para Marina de pararle el carro a Melisa lo dictarán los límites anteriormente mencionados, que, de mas está decir, en cada persona es distinto el punto de milestia e insoportabilidad.

Sole P dijo...

Uf, yo tengo cero tolerancia a los celos. De más está decir que no soy celosa, o por lo menos como han dicho "a menos que" la situación lo amerite.

Me sacan los planteos estúpidos. Mi límite está muy cerquita, ahí nomás.

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